Si seres empresario de servicios u obras de cualquier tipo, te puedes encontrar con un cliente particular o empresa que te encargue un trabajo, pactes unas condiciones de pago, que no las cumpla y luego te encuentras que has hecho más trabajo del que ha cobrado, o todavía peor, que hayas subcontratado tareas a terceros, te reclamen sus honorarios y no tengas el dinero para pagarlos.
Si el presupuesto de la obra o servicio es muy elevado o rebasa la capacidad de liquidez de tu negocio, no te la juegues; podrías quedar muy entrampado. El Bufet Molina Bosch te recomendamos que fijes siempre un presupuesto por escrito con unas condiciones de pago muy claras. Y si el cliente no cumple con uno de los plazos y no deseas arriesgar envía un burofax para exigirle el dinero y adviértele que si no cumple su parte del trato en un plazo claro, resolverás el contrato aunque que no haya terminado los trabajos, sin perjuicio que le puedas reclamar lo que haya hecho hasta entonces.
Y si el cliente pide que cambie o agregue algo que no estaba previsto, hacer un anexo, valorarlo y ponerle la forma de pago.
Parece muy evidente, pero más de uno confía en la buena fe del cliente y luego se encuentra con la sorpresa cuando se le empiezan a discutir defectos de ejecución o conceptos que estaban incluidos o excluidos del presupuesto, como excusa para retrasar el pago.
